[I don’t speak Spanish, but here’s a translation of my article, Why Share Reasons to Believe?]
Tal vez te has encontrado cristianos bien intencionados que menosprecian la práctica de proporcionar evidencia de la verdad del cristianismo. Esto me suele pasar mucho. ¿Cómo deberías responder?
Simplemente apunta a Jesús
¿Cómo es su ejemplo? Resulta que Jesús proveyó evidencia -razones para pensar- en muchas maneras diferentes. Por ejemplo, Lucas dijo que Jesús “dio muchas pruebas convincentes” de su resurrección de entre los muertos (Hechos 1:3)
En To Everyone an Answer, Craig Hazen nota:
Jesús demostró la verdad de su mensaje y de su identidad una y otra vez, utilizando casi todos los medios a su alcance, incluido el milagro, profecía, estilo de vida piadoso, enseñanza autoritaria y argumentación razonada.
Recuerdas la curación del paralítico en Marcos 2? En primer lugar, Jesús dijo: “Tus pecados te son perdonados.” Y luego, él realmente hizo un milagro y curó al hombre. ¿Por qué? Porque no se puede saber si perdonando al paralitico, esto realmente significaba que estaba siendo perdonado por Dios. Sin el milagro, los observadores se quedarían allí diciendo, “¿Y bien? ¿Funcionó? ¿Puede alguien más realmente, aparte de Dios, perdonar los pecados? ”
Jesús les dio buenas razones para creer que él tenía autoridad divina para perdonar los pecados-y, por consiguiente, que él era el Mesías. Su audiencia conocía las señales de los tiempos mesiánicos: los ciegos verán, los sordos oirán, los cojos caminaran, y el mudo gritaría (Isaías 35:5-6). Una de esas cosas acababa de pasar justo delante de ellos.
Este enfoque parece coherente con la forma en que Dios presentó evidencia en el Antiguo Testamento. Recuerdas el enfrentamiento de Elías, en el Monte Carmelo, contra los profetas de Baal en 1 Reyes 18? Este milagro probó que Yahweh era el Dios verdadero. También me encanta cómo Dios emitió un audaz desafío a sus enemigos: “Expongan su caso… …presenten sus pruebas” (Isaías 41:21-22).
Objeciones a la apologética cristiana
Me sorprende oír creyentes que dicen cosas como: “La apologética no funciona. La gente no se arrepiente, no importa cuánta evidencia se les da. “¿En serio? Entonces, ¿por qué Jesús dijo esto?
¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Tiro y en Sidón se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza (Mt. 11:20-21).
A la luz de estas cosas, ¿por qué no debemos proveer evidencia para la verdad del cristianismo? ¿Qué se supone que vamos a hacer en su lugar? Sigamos el ejemplo de Jesús. Démosle a la gente razones para creer.
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